Ginestra por Toni Moreno



Cuando recuerdo a Nacho Ginestra pienso en aventura, lugares nuevos, primeras veces. Con una invitación a superar nuevos retos, con él hemos caminado juntos, nos hemos metido en “fregaos” donde pocos se hubieran atrevido y explorado lugares desconocidos.
            Siempre confiando y siempre de la mano, remando juntos y trabajando desde las ideas y desde la honestidad, con los principios bien aferrados al discurso. Con Nacho siempre aprendías porque su hambre por aprender era también constante y su capacidad de trabajo, inmensa.
            Conversador incansable, nunca faltaba lugar, al final de la jornada, para una buena cena, seguida de una buena charla, en las frías costas escocesas o en las tórridas tierras saudís. Locuaz, ingenioso, apasionado de la alta cultura y la cultura de calle.
            Si llegaban a aparecer fricciones, a Nacho le podías mirar a los ojos y sabías que quien tenías delante era una persona sólida, con principios, con un enorme sentido común, que siempre iba a defender, por encima de todo, la idea. 


“No hay otro camino. Ni nunca lo hubo.”

Ambicioso y desacomplejado en lo creativo, mirando arriba, donde ahora miramos nosotros buscando tu inspiración porque “No hay otro camino. Ni nunca lo hubo”.
            Te echamos de menos.

Nacho Ginestra — 18.02.23