Ginestra por  Albert Vilar



A Nacho se le caía el criterio en cada gesto. Lo regalaba sin darse cuenta en cada palabra. Sin tapujos y con todo el encanto. Cuando lo escuché por primera vez llegué a pensar que me vacilaba, pero qué va: soltaba verdades crudas y sin dañar a nadie. No solo diciéndome lo mal que escribía, pensaba y vestía. Sino su manera de ver la vida en general: opinando sobre el mejor Barça, hablando del punk y de Triana, de que el mundo está diseñado para vivir en pareja o sobre qué elegir en el menú del mediodía.


“A Nacho se le caía el criterio en cada gesto.”

Derrochaba criterio. Algo que no se olvida y que acaba transformándose en una vocecita en la cabeza. Uno de los mejores regalos que me ha dado nunca nadie.

Nacho Ginestra — 18.02.23