Ginestra por Aldo Coste



Fácil. Así lo hacía Nacho. Fácil de pillar, popular, “traç gruix”, porque si no se entiende no emociona y si no emociona no se entiende. A su lado era fácil que quedara bonito incluso cuando parecía imposible que pudiese quedar algo bonito. Nacho lo hacía fácil y lo ponía fácil. Era fácil trabajar con él, aprender de él y reír con él, sobre todo reír con él. Fácil era que te contagiara su pasión por este oficio, una pasión enorme, desmesurada, arrolladora y romántica. Y es que es muy difícil no enamorarse de esta profesión si lo escuchaste hablar alguna vez de ella.
            Tan difícil como hacerlo todo tan fácil, como hacerlo todo tan Nacho. 


“Es muy difícil no enamorarse de esta profesión si lo escuchaste hablar alguna vez de ella.”

Nacho Ginestra — 18.02.23